Occam

¿Qué es la navaja de Occam? Una breve explicación

La Navaja de Occam es un principio que se atribuye al lógico del siglo XIV Guillermo de Ockham.

El principio, traducido del latín, afirma que «las entidades no deben multiplicarse innecesariamente».

En aras de la autenticidad, aquí está en sus formas originales en latín:

«Pluralitas non est ponenda sine neccesitate»

«Frustra fit per plura quod potest fieri per pauciora»

«Entia non sunt multiplicanda praeter necessitatem»

¿Qué es la navaja de Occam?

Según el principio de la Navaja de Occam, cuando a alguien se le presentan respuestas hipotéticas a un problema que compiten entre sí, debe seleccionar la respuesta que haga menos suposiciones.

Si te encuentras confundido, no te preocupes, es algo confuso. Para reducirlo a los términos más sencillos, la Navaja de Occam es el principio que subyace a la idea de que la explicación más sencilla suele ser la correcta.

Hay dos partes que conforman la Navaja de Occam

  • La pluralidad: La pluralidad no debe plantearse sin necesidad.

  • Parsimonia: No tiene sentido hacer con más lo que se puede hacer con menos.

La Navaja de Occam puede aplicarse a diversos campos y profesiones en todo el mundo. Al ver a un paciente con varios síntomas, los médicos podrían utilizar la Navaja de Occam para ayudar a determinar la posible enfermedad.

Por ejemplo, imagine que tienes escalofríos, tos y fiebre. En lugar de pensar que tienes alguna enfermedad rara, es probable que un médico concluya que tienes gripe, ya que es la respuesta más probable y sencilla.

Los detectives utilizan la Navaja de Occam para deducir quién es el sospechoso más probable en los casos criminales. Aunque no es un sistema infalible, suele tener más sentido seguir las pruebas claras, que creer que se trata de un complicado encubrimiento.

Guillermo de Ockham

Guillermo fue un filósofo y monje franciscano. Hizo voto de pobreza, viviendo sólo con lo necesario. Se cree que esta forma de simplicidad influyó notablemente en su forma de pensar sobre el mundo. El término «Occam» deriva en realidad de Ockham, una pequeña ciudad de Inglaterra. Allí nació Guillermo de Ockham. Vivió allí desde 1285 hasta 1349 aproximadamente.

Cabe señalar que Guillermo no inventó necesariamente las ideas que sustentan el principio que llegaría a llevar su nombre. La base de la Navaja de Occam ya estaba bien establecida en la época de Guillermo.

Sin embargo, Guillermo presentaría el principio de manera que pudiera entenderse fácilmente (si se sabía latín). Y utilizó este principio para justificar una serie de conclusiones, incluyendo una de sus afirmaciones más conocidas: «La existencia de Dios no puede deducirse por la sola razón». Como se puede imaginar, esto no le sentó bien al Papa.

La navaja de Occam y la ciencia

La Navaja de Occam parece encajar bien con el método científico, en parte porque las teorías más simples son preferibles a las más complejas, especialmente cuando se trata de probarlas. Sin embargo, la Navaja de Occam no demuestra nada, por lo que el principio debería aplicarse más bien como una guía; si se enfrentan dos posibles explicaciones para la misma cosa, la más sencilla suele ser la correcta.

Un ejemplo clásico es el trabajo de los físicos Hendrik Lorentz y Albert Einstein. Ambos llegaron a conclusiones similares sobre la teoría de la relatividad especial, sin embargo, tenían diferentes explicaciones para ellas.

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