Dentro del universo de perros más agraviados y abandonados están los galgos. Junto con los pitbull son de las razas caninas que el ser humano literalmente usa y desecha. Los primeros para carreras y los segundos para peleas que convierten en ricas a muchas personas a costa del maltrato animal más bestial.
Afortunadamente las autoridades y el marco legal avanzan en la protección de los galgos, otras razas de perros y muchos otros animales víctimas de humanos inescrupulosos.
Este artículo es una pequeña guía para quienes deseen adoptar un galgo, las razones son variadas y muy afortunadas. Sin embargo, debido a su complexión y particularidades estos ágiles perros necesitan cuidados y artículos especiales
Amor para toda la familia
Esta curiosa raza canina, pese a que se percibe como miedosa, es muy amigable. Ideal para familias con niños. Pero, para educarlos hay que comprarles un arnés para galgo especial que se adapte a su figura esbelta y no corra riesgo de soltarse.
El arnés y la correa son la manera más idónea de sacar a pasear a un perro y es la herramienta a través de la cual, los dueños le transmiten confianza y amor.
Si se trata de un galgo abandonado y que ha sido expuesto a maltrato de algún tipo el arnés y la correa pueden ayudar a que vuelva a socializar y a darse cuenta de que no todos los humanos son maltratadores.
En este sentido, sacarlo a pasear al parque y darle bocadillos, se puede ir reeducando al can para que tenga confianza.
Son perros tranquilos
Los galgos son una raza de perro muy tranquila. A pesar de su tamaño grande son ideales para pisos y casas pequeñas y solo basta un paseo al día, ya que les gusta dormir y acurrucarse con sus dueños. Aunque, debido a su escasa capa de grasa corporal necesitarán jerseys para los días de frío y, más aún, al sacarlos de paseo.
Cuando se adopta un perro de estos conviene llevarlos a casa y darles su espacio hasta que olfateen toda la vivienda. Eso sí, hay que mostrarles cuál es su lugar para dormir y dónde están los cuencos de su comida y agua.
También hay que educarlos para que sepan dónde deben hacer sus necesidades. En caso de que se disponga de un lugar en la casa, se debe poner periódicos y cada vez que vayan al baño en un lugar diferente decirles no enfáticamente y llevarles al sitio indicado.
Si se les va a sacar para este fin, hay que elegir horarios fijos. Los perros son animales de costumbres y rutinas y sabrán educar su organismo para estas salidas.
Sin pelos regados y aseados
Los galgos, debido a su pelaje corto, son perros que solo hay que bañar una vez al mes con un jabón neutro. Esta característica es ideal porque no dejan pelos en los sofás o el suelo. Asimismo, lucen muy bien con coloridos collares martingale que contrastan con su color.
Este tipo de collares es el más recomendado porque se ajusta a su estilizado cuello con suavidad. Si el galgo es adoptado, lo ideal es que antes lo vea un veterinario para constatar que está bien de salud.
Como se dijo, lo recomendable es un baño cada tres o cuatro semanas, pero eventualmente, pueden asearse con toallitas húmedas especiales para perros y si estas no están al alcance, un paño húmedo bastará para lustrar su piel y mantenerlo limpio.
No se enferman
La genética de los galgos es muy peculiar. Estos perros suelen ser fuertes, rápidos, ágiles y gráciles. Con sus vacunas al día no darán problemas. No obstante, para garantizar su seguridad en días lluviosos o con nieve hay que tener impermeables para resguardarlos del mal tiempo a la hora de que caiga un chaparrón inesperado durante el paseo diario.
Pero, no se debe dejar de reconocer que tienen un sistema inmunológico fuerte, por lo que sus únicas visitas al veterinario serán para vacunas y dolencias menores cuando sean un poco mayores. Para ser sinceros, no tienen ninguna enfermedad congénita que sea común en esta raza.