Abordamos en profundidad uno de los elementos más icónicos del mejor juego de cartas.
Las fichas de poker suponen un auténtico fetiche para los jugadores más devotos, siendo además desde siempre uno de los símbolos más característico del juego, junto a la propia baraja y el tapete verde.
Estas fichas han experimentado una gran evolución, desde las primeras piezas rudimentarias hasta las modalidades virtuales que se utilizan actualmente en los distintos torneos de poker de la plataforma de referencia. En esta publicación, nos centraremos precisamente en cómo se ha ido transformando su diseño y composición, en los distintos tipos que existen a día de hoy así como en las muchas curiosidades que encierran.
De las primeras fichas de poker a las estandarizadas de los casinos
Las fichas originarias estaban compuestas de materiales como la arcilla, la madera e incluso el hueso. La primera se ha mantenido mezclada con algún otro material, aunque las más Premium suelen incorporar cerámica, que confiere durabilidad y sobre todo esa sensación tan agradable al tacto que tanto gusta a muchos jugadores de poker.
El peso oscila entre los 8 y 15 gramos y su diámetro está estandarizado en 39 mm, especialmente en los casinos donde les añaden incrustaciones de metales, elementos de personalización y hasta de seguridad, como veremos en detalle un poco más adelante. Ahora, nos limitaremos a destacar que los más expertos son capaces de identificar las fichas de calidad por su peso en mano, el sonido que hacen el caer y su textura.
Asimismo, su diseño también resulta muy atractivo, con colores y patrones específicos para cada tipo de ficha, para permitir a los jugadores una identificación rápida de su valor.
Algunas fichas se personalizan con detalles como filigranas o motivos específicos que hagan referencia, por ejemplo, a un determinado casino o torneo, de hecho para las grandes competiciones suelen presentarse modalidades especiales para la ocasión.
Orígenes de las fichas de poker
La irrupción de las fichas a comienzos del siglo XIX permitió abandonar los elementos de intercambio en las partidas, que podían ser no solo las monedas, sino también pepitas de oro e incluso piezas de marfil.
En las primeras décadas de 1800 en los salones de juego de Estados Unidos fueron introduciéndose las modalidades iniciales, elaboradas en arcilla y con un diseño bastante simple, que iría sofisticándose ya en la centuria siguiente, con la introducción de baquelitas de composición plástica.
En una fecha tan remota como los inicios del siglo XX los emergentes casinos fueron introduciendo fichas únicas propias, primordialmente para prevenir fraudes, pero también para darle una pátina más exclusiva a la experiencia del jugador.
De esta época proviene también la asignación de colores específicos a cada ficha, el blanco para la de menor valor, el rojo para la siguiente, el negro para la más valiosa… Si bien, con el tiempo irían apareciendo otros colores como el azul o el violeta, y tampoco en ningún momento ni casinos, ni torneos ni los fabricantes de los juegos que se venden en el mercado se han ceñido a una escala cromática homogénea.
En la actualidad, existe una gran diferencia entre las fichas de los torneos y las de los casinos, ya que las primeras tienen un uso efímero, al personalizarse además para la ocasión. Mientras que las segundas siguen conservando su valor de intercambio en todo momento, por lo que se extreman las medidas de seguridad con ellas, para evitar por ejemplo falsificaciones o robos, algo que ha llevado incluso a dotarlas de chips RFID que permiten una localización remota mediante una señal de radio.
Unos objetos muy codiciados por los coleccionistas
A modo de curiosidad, cabe destacar que hay una nutrida comunidad de coleccionistas de fichas de poker, que coleccionan desde las piezas más únicas que suponen una rareza hasta las que se utilizaron en los torneos más legendarios. Aunque estos coleccionistas han existido desde tiempos remotos, la universalización de internet y la velocidad de las redes wifi ha hecho posible fenómenos como las subastas online, que tienen afluencia de amantes de las fichas desde todos los rincones del mundo.
También resulta curiosa la facilidad con la que actualmente es posible encargar fichas personalizadas, al existir distintos sitios en línea especializados en este tipo de encargos. En cualquier caso, si alguien allegado a ti es un apasionado del poker debes saber que regalándole un buen juego de fichas acertarás siempre, ya que por muy nuevas que sea las que tenga no hay sensación mejor que saber que se dispone de un set intacto reservado para estrenarlo en una ocasión especial.
El magnetismo de las fichas de poker es tal, que la recreación de su sensación táctil es uno de los primeros aspectos con los se está experimentando de cara a una futura implementación de la Realidad Mixta en los casinos online. Un indicativo bastante revelador de la pasión que suscitan.