Actualmente, los préstamos personales y Créditos Rápidos han sido la solución efectiva frente a la crisis económica que enfrenta el mundo. Desde que la pandemia inicio los despidos, cierres de negocios y merma de producción en ciertos sectores se ha convertido en una constante. Generando que muchas familias deban buscar diferentes productos financieros que los ayuden a superar la crisis.
Considerando esto, seguramente has pensado en solicitar uno de estos servicios, pero es común que sientas temor al no poder pagar después. Para evitar convertirte en un moroso en la entidad financiera, debes conocer con exactitud cómo funcionan estos préstamos y cuando es bueno solicitarlos.
¿Cuál es la diferencia entre los préstamos personales y los créditos rápidos?
Principalmente, los préstamos personales son grandes sumas de dinero que pueden aprobarte entidades bancarias o financieras. Una vez las solicitas puedes utilizar la totalidad del dinero cuando quieras. Por el contrario, los créditos rápidos suelen ser importes más modestos que te permiten solucionar inconvenientes puntuales.
Sin embargo, desde hace varios años diferentes entidades bancarias se han dedicado a aprobar créditos rápidos por grandes sumas de dinero. Pero ambos procesos tienen algo en común, y es que los intereses suelen ser más amplios que los créditos comunes.
Requisitos necesarios para su obtención
Los requisitos para préstamos personales y créditos rápidos suelen ser bastante diferentes entre ellos. En el primer caso, debes ser cliente de la entidad bancaria para poder solicitar el préstamo, asimismo necesitas probar un buen nivel de solvencia. De este modo, puedes comprobar que tienes los medios necesarios para devolver el dinero.
Por otro lado, los créditos rápidos no necesitan de tanto papeleo y comprobaciones para que te los aprueben. Incluso, se conocen entidades que conceden créditos rápidos aun si eres parte de la lista de morosos en el RAI o ASNEF. Para optar por ellos, solo necesitas tu DNI, una cuenta bancaria, un número de contacto y un correo electrónico.
Proceso de solicitud de ambos productos financieros ¿Cuál es más simple?
Ahora bien, para un préstamo rápido necesitas realizar la solicitud, cargar todos tus documentos crediticios y esperar la respuesta por parte de los agentes. No obstante, en los últimos meses algunas entidades bancarias han permitido solicitarlos con menos documentos y los aprueban en cuestión de horas.
En cuanto a los créditos rápidos, siempre han sido más rápidos por lo que solo debes ingresar a la plataforma de la entidad financiera, rellenar tus datos y esperar unos minutos. Algunas pueden aprobarte el crédito en solo 15 minutos.
¿Cómo son los plazos de devolución?
Para los préstamos personales los plazos son más holgados y flexibles, dándote mayor tiempo para devolver la totalidad del importe junto a los intereses. Claramente es necesario dado que son montos bastante altos.
Ahora, para los créditos rápidos el plazo fijo suele ser de 30 días en caso de que el importe sea menor a 1000 euros. Pero, durante los últimos meses han aprobado importes mayores por lo que puedes tener entre 2 y 4 meses de plazo de devolución.
¡Cuidado con los intereses!
Si algo tiene en común los préstamos personales y los créditos rápidos es que suelen tener intereses muy altos. Por ello, te recomendamos que evalúes diferentes opciones y entidades, con la finalidad de que encuentres la mejor tasa de interés.
Incluso puedes tener suerte y encontrar opciones que no tenga intereses para los nuevos clientes. Esta es una nueva estrategia utilizada por algunos bancos para atraer nuevos clientes, pero antes de aceptar todas las cláusulas del contrato debes leer muy bien. En ocasiones los plazos de devolución son bastante cortos a pesar de ser montos altos.