En el Perú, la salud ocupacional no es únicamente un concepto técnico: es una obligación legal y, sobre todo, un compromiso con la seguridad y el bienestar de los trabajadores. Desde el año 2011, con la promulgación de la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo (Ley N.° 29783), se establecieron normas claras para que las empresas garanticen condiciones adecuadas en cada entorno laboral. Esto no se limita a sectores de alto riesgo, como minería o construcción, sino que aplica a todo centro de trabajo, sin importar su tamaño. Cumplirlas evita sanciones y protege vidas.
¿Qué entendemos por salud ocupacional?
La salud ocupacional es el conjunto de medidas, programas y acciones destinados a prevenir enfermedades y accidentes derivados del trabajo. No se trata únicamente de realizar exámenes médicos, sino de un sistema integral que incluye capacitación, ergonomía, vigilancia de factores de riesgo y promoción de hábitos saludables.
En el Perú, cada empresa debe implementar un Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo. El sistema busca no solo cumplir con la ley, sino generar una cultura preventiva en la que los trabajadores sientan que su bienestar es una prioridad.
Principales normas que rigen en el Perú
Existen varias normas que orientan la salud ocupacional en el país, siendo las más importantes:
- Ley N.° 29783, Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo: establece derechos, deberes y responsabilidades de empleadores y trabajadores.
- Decreto Supremo N.° 005-2012-TR: reglamento de la ley, que especifica cómo debe aplicarse en la práctica.
- Normas técnicas del Ministerio de Salud (MINSA): regulan exámenes médicos ocupacionales y protocolos específicos según la actividad laboral.
El cumplimiento de las normas no es opcional. De hecho, la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (SUNAFIL) impone sanciones económicas fuertes a las empresas que no las respeten.
La importancia de los exámenes médicos ocupacionales
Dentro de las regulaciones, uno de los puntos más destacados es la obligatoriedad de hacer exámenes médicos ocupacionales: pre-ocupacionales, periódicos y de retiro. El propósito es evaluar la aptitud del trabajador antes de asumir un puesto, controlar su estado de salud durante el tiempo de servicio y garantizar que no existan secuelas al momento de dejar el trabajo.
Todo el proceso cobra mayor relevancia en regiones con industrias específicas. Por ejemplo, acudir a una clínica ocupacional en Cajamarca es habitual para trabajadores vinculados a la minería, mientras que en la costa norte muchas empresas buscan una clínica ocupacional en Trujillo para cumplir con las normativas en rubros como agroindustria y manufactura.
El rol de las clínicas ocupacionales
Las clínicas especializadas son las encargadas de ejecutar los protocolos médicos exigidos por el Estado. Una buena clínica ocupacional lleva a cabo evaluaciones físicas y pone a disposición servicios complementarios como capacitaciones, monitoreo de riesgos laborales y programas de salud preventiva.
El objetivo es que la empresa cuente con un aliado estratégico para cumplir con la normativa sin perder de vista lo más importante: la salud del trabajador.
Retos y avances en el país
Aunque la ley está clara, su aplicación todavía enfrenta desafíos. En pequeñas y medianas empresas, muchas veces la salud ocupacional se percibe como un gasto y no como una inversión. Sin embargo, los beneficios son evidentes: menos accidentes, menor rotación de personal, mejor clima laboral y, en consecuencia, mayor productividad.
Por otro lado, cada vez más compañías en el Perú están apostando por programas de bienestar laboral, incorporando los exámenes obligatorios, campañas de salud mental, ergonomía en oficinas y charlas de prevención. De ese modo, demuestran que la normativa está logrando un cambio cultural importante.





