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Seguridad al conducir: revisiones periódicas y prevención de problemas

Tener un auto ofrece comodidad y más libertad para elegir el momento de salir y los caminos a tomar. ¡Vé por qué es esencial hacer revisiones periódicas y cómo hacerlo!

Conducir autos demanda atención para mantener el vehículo en buenas condiciones. La gestión de la seguridad es fundamental para prevenir accidentes viales y garantizar viajes cómodos para todos.

Por eso, antever situaciones potencialmente peligrosas al volante y contratar un buen seguro para autos es esencial. Vé cómo prevenir problemas y hacer revisiones periódicas.

Tipos de revisiones

Revisiones periódicas de autos son importantes para disminuir los riesgos de problemas durante la conducción del vehículo, garantizar el correcto funcionamiento de sus piezas y evitar fallos inesperados.

Existen diferentes tipos de revisiones. Por ejemplo, el mantenimiento preventivo, direccionados para disminuir los posibles fallos que un coche pueda presentar. Esta revisión es hecha con el cambio de algunas piezas en un determinado período de tiempo.

Hay también el mantenimiento predictivo, recomendable cuando hay algún fallo o avería detectada en la revisión preventiva. Esta revisión sustitui o ajusta las piezas averiadas.

Por fín, hay el mantenimiento correctivo, cuyo objetivo es solucionar los fallos que se han presentado. Hacer revisiones periódicas es importante para garantizar la seguridad de todos los conductores y aumentar la seguridad en la vía.

En caso de accidente, los conductores que mantienen el auto en buen estado y hacen revisiones regularmente pueden acceder a la reclamación de la garantía y al reembolso de la totalidad o de una parte del coste de los daños.

Por fín, una revisión periódica ayuda a mantener la vida útil de los coches, lo que también mantiene su valor de mercado y mayor facilidad a la hora de venderlos. Y al obtener la cobertura del seguro — si los elementos del auto no se encuentran en buen estado —, la aseguradora puede considerar como negligencia en caso de accidente.

Elementos analizados en la revisión

No es posible establecer de antemano cuáles elementos deben ser sustituídos antes que la revisión sea hecha. Un vehículo posee muchas piezas que pueden necesitar cambio.

Pero hay algunas piezas más comunes, como, por ejemplo, los filtros. Existen varios tipos de filtros en un coche, y cada uno de ellos tiene un mantenimiento distinto. Los filtros de aire y de combustible (para autos de gasolina) pueden presentar más problemas.

El sistema de frenado es otra pieza importante y abarca las pastillas de freno, los discos y el líquido de frenos. Este es considerado uno de los sistemas más importantes del coche.

La correa de distribución también debe ser revisada periódicamente. Es recomendable realizarse entre los 80 mil y los 100 mil km recorridos. Los amortiguadores también son esenciales para garantizar la seguridad en el auto, frenar con eficacia, mantener la estabilidad en el vehículo y absorber las irregularidades de la vía. La revisión para esta parte es recomendable cada 20 mil km. Por fín, los neumáticos deben tener su estado y la presión revisionados, pues estos factores impactan el desgaste y el estado de los mismos.

Periodicidad

Los intervalos de la sustitución de los elementos varían según el fabricante. Lo más común es que, de los primeros 10 mil a 15 mil km, la revisión sea hecha anualmente. Esta primera revisión se hace el primer cambio de aceite y su filtro, además de las bujías y el resto de filtros, además de los neumáticos, las pastillas, discos de frenos, el sistema de iluminación y el nível de líquidos.

Entre los 30 mil y 35 mil km recorridos, es necesario revisar el líquido refrigerante,  los sistemas de seguridad activa y pasiva, además del resto de los elementos revisados en la primera vez. A partir de los 60 mil km, es importante revisar todos los elementos ya mencionados y comprobar el nivel del líquido de frenos y la correa de distribución.

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