Bolsitas de te e infusiones

Té: el mejor antioxidante natural

Pese a que se le llama té a muchas infusiones, realmente el té es una planta que es originaria de diversas partes de Asia. Tiene el nombre científico de Camellia Sinensis y su siembra, producción y consumo se ha extendido a todo el mundo. Se le da el nombre genérico de té porque pertenece al subgrupo o familia de las theaceae.

Sin embargo, dependiendo del tratamiento y proceso que sufran sus hojas resultan el té negro, verde, azul u Oolong, blanco y rojo. Entonces, al hablar de te con antioxidantes en realidad todos los tipos lo son en mayor o menor medida. Esto se debe a que las hojas de la planta mantienen parte de sus componentes en el secado y la oxidación. Hay que ir por partes para entender.

Tipos de té

El té se consume en Asia desde aproximadamente el siglo III antes de Cristo. Actualmente, China, India y Kenia lideran la siembra, procesamiento y exportación en el mundo.

Todos los tipos de té provienen del mismo arbusto o planta, pero hay que hacer la diferenciación de acuerdo al proceso al cual se someten las hojas:

Té negro

Es el té que se recoge o cosecha cuando las hojas han alcanzado su máximo desarrollo y tamaño. Se les seca al sol y de forma natural para que conserven su aroma y sabor. Una vez seco se envasa.

Debido a su alto grado de oxidación sus hojas tienen un color oscuro y la infusión resultante tiene un color marrón muy oscuro. Su sabor es fuerte y aromático.

Té verde

También se cosecha cuando las hojas son adultas y ya desarrolladas por completo, pero no se someten a oxidación. Es decir, se recoge de la planta, pero no recibe sol y no se expone al oxígeno al aire libre.

Se seca sin recibir luz y no toma color oscuro, sino que se mantiene verde aún seco. La infusión resultante de estas hojas es amarillo verdoso con un sabor delicado y suave en comparación con el té negro.

Té azul o té Oolong

Este tipo de té tiene un sabor más suave y menos intenso que el té negro, pero más que el verde. Esto es lógico, porque son hojas adultas de la planta que se someten a una oxidación intermedia y a un secado parcial al aire libre y en interiores. Su nombre deriva del color azulado de su infusión. Aunque se consume menos en occidente, es uno de los más consumidos en China.

Té blanco

Se trata de un té que se prepara con las hojas tiernas de la planta que se recogen apenas brotan de las ramas cuando aún poseen una pelusa blanquecina que le da su nombre. Es la infusión más clara de todas y de un color amarillo muy pálido y sabor suave y delicado.

Té rojo

Este té lleva no solo un proceso de secado y oxidación similar al del té negro, sino que luego se somete a fermentación y añejado.

Nunca se consume antes de los 5 años de añejamiento y su sabor es fuerte e intenso. Algunos tienen hasta 50 y 60 años y son verdaderamente caros al igual que un whisky o un vino.

¿Por qué el té es antioxidante?

La planta de la cual se extraen todos los tipos de té es rica en L-teanina que es una sustancia que incrementa la actividad y los procesos del neurotransmisor inhibidor ácido gamma-aminobutírico o GABA que tiene fuertes efectos antioxidantes.

Igualmente, poseen flavonoides que son pigmentos o colorantes naturales que están presentes no solo en el té, sino en muchos vegetales.

Tanto la L-teanina como los flavonoides retrasan el envejecimiento de las células al combatir los radicales libres.

En conjunto, incrementan la producción de dopamina y dan sensación de bienestar. Por lo que, además de antioxidantes preservan las funciones que tienen que ver con el sistema nervioso y retrasan o combaten la aparición de Parkinson, Alzheimer y otras enfermedades mentales o neurodegenerativas.

Los componentes se absorben en el intestino durante el último proceso de digestión. Por ello, favorecen también el tránsito intestinal y combaten el estreñimiento y las enfermedades diarreicas. El té también es calmante de irritaciones del sistema digestivo y altamente tonificante.

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