Los aceites esenciales son fitoquímicos altamente concentrados que se destilan de plantas, flores y frutos. Las hierbas y las plantas se han utilizado durante miles de años para tratar enfermedades y dolencias en el cuerpo, y aunque los aceites esenciales han ganado una increíble popularidad en los últimos años, existen como un remedio ancestral que se ha transmitido de generación en generación.
Nuestro sentido del olfato es una herramienta increíblemente potente y poderosa. El olor penetra en los niveles más profundos de nuestra psique, por lo que los aceites esenciales pueden ser profundamente curativos, levantar el ánimo y limpiar.
La pureza de los aceites esenciales es importante
Los aceites esenciales son extremadamente potentes y una pequeña dosis tiene un gran efecto. La pureza es importante cuando se trata de aceites esenciales, así que asegúrese de que sean puros, orgánicos y no contengan disolventes químicos agresivos.
Esto es especialmente importante si se trata de llenar el aire de su casa con estos aceites esenciales, o incluso aplicarse tópicamente en su cuerpo, o tomarlos internamente. Los aceites esenciales se utilizan comúnmente hoy en día para mejorar la inmunidad y acelerar la recuperación, tratar las infecciones, equilibrar las hormonas, reducir el estrés, o incluso para productos de limpieza o belleza caseros.
Beneficios del aceite de incienso
El bello aroma almizclado y las poderosas propiedades de este aceite son muy notables y lo han convertido en un aceite muy apreciado en todo el mundo durante siglos entre los aceites esenciales. La simple inhalación de incienso puede inducir una sensación general de paz y vitalidad en el sistema, dando paso a un estado de calma sin importar el caos circundante.
Beneficios del aceite de lavanda
La lavanda tiene una gran variedad de usos. Durante la Edad Media, la lavanda se utilizaba para evitar la peste y se ha utilizado tradicionalmente para aliviar los dolores de cabeza y el insomnio. Muchos aromaterapeutas afirman que no hay ningún problema de salud para el que la lavanda no proporciona algún alivio: ayuda a los dolores musculares, el acné, la psoriasis, las heridas que no cicatrizan bien y ayuda a aliviar las afecciones inflamatorias.
Las distintas especies de lavanda tienen propiedades diferentes, pero todos los tipos contienen grandes proporciones de linalol, acetato de linalilo, eucalipto y alcanfor, razón por la que es uno de los aceites esenciales mas potente. La lavanda es sedante, antiespasmódica, ansiolítica, antiinflamatoria, antimicrobiana, antioxidante, antibacteriana, anestésica, inmunológica y antiviral.
Beneficios del aceite de limón
Históricamente, el limón era un destacado agente purificador. Hoy en día, el aceite de limón se utiliza habitualmente en todo tipo de productos comerciales, desde limpiadores domésticos hasta jabón de manos o agua con gas aromatizada.
Como ocurre con muchos aceites de cítricos, su aroma es muy similar al de la fruta de la que procede: brillante, ligero, picante y limpio. Hoy en día, por supuesto, muchos de esos sabores y olores son artificiales, pero aún así, hay una razón por la que el limón se ha identificado universalmente con la frescura y la limpieza; prensado en frío de la cáscara de la fruta, el aceite de limón es un notable antiséptico, astringente y potenciador del estado de ánimo.
Beneficios del aceite de menta
El aceite de menta se compone principalmente de mentol y mentona. Es un estimulante, antiespasmódico, antiviral, antimicrobiano, antifúngico y antioxidante. La menta es una forma maravillosa de tratar de forma natural los dolores de cabeza por tensión, los calambres musculares, los problemas digestivos o si necesita una explosión de alerta para aumentar la concentración.
Su contenido en mentol le permite impregnar su sistema respiratorio, abriendo las vías respiratorias y permitiendo que los ejercicios de respiración profunda para reducir el estrés sean más beneficiosos. Si sufres resfriados o congestión, pon unas gotas de menta en un recipiente con agua caliente, coloca una toalla sobre tu cabeza e inhala el aroma para obtener un alivio instantáneo.
Beneficios del aceite árbol del té
El árbol del té es originario de Australia, donde se utilizaba tradicionalmente en la medicina indígena para curar infecciones de la piel, tratar la tos y los resfriados, curar heridas y aliviar el dolor de garganta.
Su aroma balsámico y picante alivia las dolencias respiratorias y es lo suficientemente suave como para utilizarlo sin diluir en pequeñas cantidades sobre la piel sana de los adultos. Es un aceite imprescindible gracias a sus propiedades de refuerzo inmunológico como antibacteriano, antifúngico y antimicrobiano.