Mujer con andador

Andadores para personas mayores, lo que debes saber

La movilidad es de suma importancia. En el caso de los ancianos, la pérdida de esta libertad puede llevarlos a presentar bajas de autoestima y desmotivación. Por eso es fundamental notar cuándo es el momento de ofrecerles andadores para personas mayores que les permitan conservar parte de su dependencia y los mantengan activos.

Este proceso debe llevarse con cuidado para evitar herir emocionalmente y, por el contrario, invitarlos a ver dicho artefacto como un aliado que cuidará de su salud y les permitirá disfrutar, aún más, de sus actividades cotidianas.

Existen muchos modelos de andadores para personas mayores, por lo que es imperativo conocer el más adecuado de acuerdo con la situación personal que presentan nuestros seres queridos.

¿Cuáles son los beneficios de usar un andador?

De acuerdo con lo mencionado, se trata de devolver parte de su autonomía a las personas mayores y también de mantenerlos activos. Esto contribuye tanto a la salud emocional como la física y permite que disfruten más de su rutina diaria e incluso, de los momentos en familia.

Los andadores para personas mayores están diseñados para ayudar a prevenir caídas y ofrecerles más seguridad en sí mismos, gracias a que les aporta estabilidad. Además, al poder recargar la mayor parte del peso en el andador, se observa menos cansancio y sensación de pesadez en el adulto al final de la jornada.

Finalmente, uno de los mayores beneficios lo observamos en la autoestima, especialmente una vez que se ha aceptado el andador como una solución. Entonces, el adulto mayor se observa a sí mismo y se halla más activo e independiente.

¿Cómo saber si un adulto mayor necesita un andador?

En la mayoría de los casos, este momento se hace más evidente ante la aparición de ciertas enfermedades como las degenerativas, que afectan la motricidad gruesa. Pero existen otros síntomas que deberían alertarnos y considerar que ha llegado el tiempo de usar un andador.

Cuando la debilidad y el cansancio se hacen constantes en los paseos rutinarios o se observa el riesgo frecuente de caídas, por problemas de equilibrio, artrosis o coordinación de movimientos, es posible que debamos comenzar a manejar la posibilidad de presentar al adulto mayor la idea de usar un andador. Especialmente si los bastones ya no son lo suficientemente confiables.

Invitar al adulto mayor a usar el andador

Puede que para algunos adultos mayores, la idea del andador resulte un poco difícil de asimilar al principio. Pero debemos tomarnos el tiempo de explicarles todos los beneficios que obtendrán al aprender a manejarlos.

El proceso para aprender a utilizar los andadores es muy sencillo, ya que son sistemas simples, libres de tecnologías. Aun así, el adulto mayor requerirá un tiempo para adaptarse, por lo que es conveniente que le acompañemos al principio.

Al comenzar, el andador debe colocarse a cierta distancia para evitar tropiezos. Elige un modelo que resulte cómodo, tomando en cuenta el ancho y el alto. Es fundamental recordar que este artefacto es para caminar, no para apoyarse y sentarse. Si es el caso, es preferible ayudarse con el reposabrazos.

Poco a poco, cuando el adulto mayor aprecie los beneficios del andador, comenzará a utilizarlo con frecuencia y confianza y se sentirá más animado.

Tipos de andadores

Antes de comprar un andador para personas mayores, es bueno conocer un poco acerca de los distintos tipos que existen en el mercado. De esta manera nos aseguraremos de elegir el adecuado. En principio notarás que algunos tienen ruedas y otros no. Para el primero se necesita más equilibrio, mientras que el segundo requiere mayor fuerza y control de los brazos.

Lo siguiente es el material con que están elaborados. Los más recomendados son los de aluminio, ya que son ligeros y sencillos de manejar. El ancho del andador también es fundamental. En este caso, los más estrechos son ideales para movilizarse dentro de la casa, mientras que los anchos son perfectos para los paseos por la calle.

Algunos andadores para personas mayores incluyen accesorios como asientos incorporados, cestas para las compras o para enseres personales. Así los adultos tendrán las manos libres para concentrarse únicamente en su movilidad y se sentirán más confiados.

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