Este defecto, afecta a aproximadamente el 60% de la población de nuestro país, posicionándose como el tercer problema visual más común, detrás de la miopía y la vista cansada.
Las personas que lo padecen, sufren de un defecto refractivo producido por la diferencia de potencia entre dos ejes en la córnea o en el cristalino. Básicamente, lo que ocurre es que la córnea, que en un ojo sano tiene forma similar a una esfera, consta de forma similar a una elipse. Puede ocurrir lo mismo en el cristalino, que es un lentículo transparente situado en el interior del ojo, a diferencia de la córnea, que es la primera estructura transparente del ojo, y que está más expuesta. Si existe diferencia de potencia entre los dos ejes de alguna de estas dos partes, estaremos hablando de astigmatismo interno.
Esto, provoca que los rayos de luz que llegan a los ojos enfoquen en diferentes puntos de la retina, causando una imagen distorsionada.
Antes de pasar a hablar de los diferentes tipos de astigmatismo, es importante saber cómo se presenta este defecto, cuáles son sus síntomas y cuáles pueden ser sus causas.
Detectarse uno mismo si se tiene astigmatismo, es muy sencillo, debemos tener en cuenta si nuestra visión de las líneas horizontales y verticales, de cerca y de lejos, es borrosa o confusa. Donde se traduce en muchas ocasiones es en la confusión de letras y algunos números. Esta es una de las razones por las que, en las consultas de los oculistas y los oftalmólogos, se colocan paneles con letras, números y símbolos a cierta distancia. Las personas que se confundan al leer estos paneles, es probable que sufran de algún tipo de astigmatismo.
Es importante tratar de detectarlo lo antes posible, sobre todo en el caso de los niños, para evitar posibles problemas de desarrollo visual y aprendizaje en el futuro.
Sus síntomas son incomodidad, peor calidad de la visión, y malestar visual. Esto resulta un inconveniente sobre todo para aquellas personas que trabajan durante muchas horas al día forzando la vista y haciendo un uso continuo de ella.
Su aparición puede ser natural de nacimiento, o puede estar causada por traumatismos, infecciones como el herpes o por la aparición de patologías como el queratocono. La única manera de prevenirlo, es en los casos de astigmatismo producido por traumatismos. Para evitarlo, los profesionales recomiendan el uso de gafas protectoras para todos aquellos trabajos y actividades que puedan suponer un peligro para los ojos.
Existen varios tipos de astigmatismo, y es importante conocer cuáles son, ya que dependiendo de si se padece uno u otro pueden variar sus síntomas y efectos. El astigmatismo puede existir de forma aislada, es el conocido como el astigmatismo simple, sin embargo, es muy común que vaya acompañado miopía (astigmatismo miópico) o hipermetropía (astigmatismo hipermetrópico). A parte, nos podemos encontrar con un tipo de astigmatismo mixto, en el cual uno de los ejes es miope y el otro es hipermétrope.
Cuando la miopía y el astigmatismo vayan unidos, la corrección visual elegida dependerá del grado (fuerza) y origen (si se produce en la córnea o en el cristalino) del astigmatismo. Tras varios estudios y comprobaciones, se ha declarado que la cirugía refractiva es el método más eficaz para corregir el astigmatismo miópico.
Se han realizado también otros estudios sobre el astigmatismo miópico, para demostrar el papel del astigmatismo en el desarrollo o la progresión de la miopía. Sus resultados han sido variados, algunos sugieren que la presencia del astigmatismo acelera la progresión de la miopía, y otros sugieren que un problema no empeora al otro. Por ello, todavía no hay una opinión unánime y demostrable sobre este hecho.
Lo que sí está probado y verificado, es que el desenfoque visual inducido por la miopía se acentúa por el del astigmatismo que hemos explicado anteriormente. Sin embargo, a pesar de lo que pueda parecer, a las personas que lo padecen no les es posible distinguir cuál es el efecto de desenfoque del astigmatismo y cuál es el de la miopía.
Sus principales síntomas son pérdida de agudeza visual de lejos, dolores de cabeza, fatiga visual y deslumbramientos nocturnos. La exposición prolongada a pantallas como las de los ordenadores acentúan estos síntomas, pero no son el origen de este tipo de defecto refractivo.
Para garantizar una visión óptima, es necesaria la corrección conjunta del astigmatismo y la miopía, no es suficiente con corregir solo uno de los dos problemas.
A pesar de que no se puede prevenir salvo en el caso de los traumatismos, los profesionales del sector destacan la importancia de acudir a especialistas adecuados, que sepan realizar estudios con pruebas diagnósticas especializadas para detectar y corregir estos problemas.
En España, tenemos la suerte de contar con la Clínica Novovisión, especializada en oftalmología.
En Clínica Novovisión, ofrecen la posibilidad de estudiar cada caso de forma individual, teniendo en cuenta la edad, la morfología corneal y la cantidad del defecto refractivo que padece el paciente, para ofrecer un servicio especializado, profesional y de calidad.
Cuentan con las últimas innovaciones en medicina oftalmológica, ofreciendo distintas técnicas quirúrgicas como la cirugía láser o la cirugía con lentes intraoculares fáquicas.
Cualquier persona que esté interesada, puede visitar la página web clinicasnovovision.com para obtener más información, o contactar con su personal especializado a través de ella o de su número de teléfono.