La tecnología ha impregnado tanto en la sociedad que la operación con monedas virtuales o las llamadas critptomonedas son cada vez más comunes, pudiendo encontrar distintas plataformas de cambio en la red. Aquí se presenta una visión general de dichas plataformas: https://es.bestbitcoinexchange.net/espana/
Sí. Hace algunos años esto podía considerarse de ciencia ficción, pero su uso está creciendo a pasos agigantados, y tanto es así que ya hasta el Estado intenta legislar de alguna manera para poder identificar mejor los movimientos que se hacen con ella ya que no cuentan con la supervisión de ningún banco ni entidad similar.
Crecimiento exponencial de la presencia de la tecnología en la vida cotidiana
Internet ha cambiado la forma de relacionarnos en nuestro día a día. En todas las esferas, tanto en la vida pública como en la vida privada.
El ágora del que hablaban los griegos se ha trasladado a las redes sociales, cada una dependiendo de lo que se quiera hablar, cómo se quiera hablar y con quién.
Pero no solo la forma de relacionarnos o debatir sobre temas dispares, también internet ha cambiado la manera de comprar, teniendo acceso a muchísima más información y mercado, sin una frontera establecida.
La globalización física de la que tanto se habló en pasado y que se ha vuelto a mencionar este 2020, a nivel virtual puede extenderse fácilmente a golpe de clic, sin encontrar más barreras que el idioma, – y eso aún está por ver.
Así que en este maremágnum de datos que van y vienen en cada interacción, que naciese una moneda virtual era solo cuestión de tiempo, como muchas otras soluciones que surgirán, sin duda alguna, en los próximos años.
Finanzas descentralizadas
Si se bucea en el origen de la moneda virtual, es hacia finales de los años 90 cuando se habló por primera vez de este concepto, como un nuevo tipo de moneda descentralizada cuya única forma de control fuese la criptografía.
Es profundizando en el origen del concepto que ahora se puede entender el término DeFi, como el potencial de la finanzas descentralizadas y la tecnología blockchain que se encarga de traducir distintos bloques o, como en algunos casos se suele explicar de manera sencilla, es un registro donde se encuentran todos los movimientos de las criptomonedas.
Una nueva moneda provoca también ciertas modificaciones al presentarse como alternativa al modelo tradicional. En estas modificaciones se está trabajando en un sistema financiero abierto actual que ayude a operar en un marco seguro, si bien los primeros en utilizar este método no estaban preocupados por ello.
No obstante, al popularizarse, conocer bien el ámbito en el que se opera es importante para dar más garantías a sus usuarios ya que cada vez más son las entidades que trabajan en esta tecnología al considerarse más segura que el método tradicional.
Datos, datos y más datos
Sin embargo, la transformación del sistema financiero – o su flexibilización – no solo depende de las criptomonedas y las cadenas de bloques si no de muchísimos otros aspectos que ha traído la digitalización de las finanzas y que hace que nuevos movimientos o registros se realicen por vías fuera de las tradicionales.
Así, el sector está tendiendo a una apertura con la que no se había contado, facilitando y cruzando los datos con plataformas tecnológicas como Google u otros competidores.
También se debe tener en cuenta cómo las llamadas Fintech han irrumpido con fuerza en el panorama financiero, en muchos casos con una interfaz sencilla, un lenguaje fresco y un problema a solucionar.
Hay que tener en cuenta que muchas de estas empresas son startup, lo que ya de por sí hace que el usuario al que se dirigen esté mucho más receptivo a la forma de relacionarse, lejos del encorsetamiento de la banca tradicional.
Sea cual sea el lenguaje, encriptado o no, lo cierto es que la digitalización también se ha extendido en el sector financiero, creando nuevos perfiles, más acordes a las necesidades actuales, así como permitiendo una comunicación más fluida con sus clientes, dando un servicio mucho más entendible y útil.
El gigante Google es el mejor ejemplo para entender cómo de rápido pueden navegar nuestros datos por internet y cómo pueden estar estratégicamente cruzados entre distintas plataformas.
El futuro ya es presente con lo que no se tardará en ver cómo se puede sacar, de manera legal, un resumen de vida de un usuario a partir de datos registrados en Google.
La tecnología ha venido para quedarse y lo ha hecho de manera más fuerte también durante este 2020, a la que nos hemos abrazado como un flotador salvavidas.
De hecho, el objetivo final de la tecnología es ayudar a los usuarios a resolver problemas. Ya sea a facilitar la comunicación, a obtener información o a combatir la soledad.
Nuevas incógnitas y debates se abren y se abrirán en los próximos años, como qué sucederá con el derecho a la intimidad o si podrán seguir funcionando paralelamente las criptomonedas y el dinero tradicional. Habrá que esperar un tiempo aún para saberlo.