A última hora de la noche del jueves, en el partido de la Europa League entre el PSV Eindhoven y el Sevilla, un aficionado corrió hacia el terreno de juego y logró dar un puñetazo al portero de la selección española, Marko Dmitrović.
Dmitrović pudo derribar rápidamente a su atacante y fue asistido por jugadores de ambos equipos para mantenerlo rodeado hasta que apareció la seguridad. Dmitrović continuó jugando en el partido y aparentemente resultó ileso, aunque ESPN notó que se formaba una marca roja en su cuello durante las entrevistas posteriores al partido.
Fue la última de una serie de invasiones de canchas que han renovado las preocupaciones sobre la seguridad de los jugadores. FIFPRO, el sindicato mundial de jugadores, emitió un comunicado el viernes pidiendo a los «grupos de aficionados, clubes y organizadores de competiciones que asuman una mayor responsabilidad por las condiciones de trabajo seguras».
«Los jugadores son vulnerables cuando están rodeados de miles de aficionados y el aumento de los ataques muestra una falta de protección y garantías tanto como indica un problema sistémico de violencia y comportamiento abusivo en los estadios», se lee en el comunicado.
Después del incidente de ayer en @Liga Europea juego entre @PSV Es @SevillaFCYa no es creíble descartar los ataques a jugadores en los últimos meses como incidentes aislados.#FIFPRO pic.twitter.com/DJy1xdd7xD
— FIFPRO (@FIFPRO) 24 de febrero de 2023
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El entrenador del Sevilla, Jorge Sampaoli, habló sobre el incidente después del partido y calificó de vergonzoso que el juego simplemente se hubiera reiniciado.
“Estos actos deben ser severamente castigados. De lo contrario, volverá a ocurrir y no sabremos cuándo es el momento de parar ante este tipo de situaciones”, agregó. “Realmente no entiendo cómo el árbitro no tomó otra decisión. Si aceptas eso, de ahora en adelante cualquier cosa puede pasar”.
Dmitrovic se hizo eco de ese sentimiento con un llamado a la acción para tratar de evitar que se repita.
«Nunca había visto algo así», dijo el portero, según Associated Press. «No diré lo que realmente quería hacer [to the pitch invader]. Menos mal que sabía de dónde venía y logré detenerlo, de lo contrario podrían haber pasado otras cosas. Quería golpearme, es una pena que este tipo de incidentes hayan ocurrido en un campo de fútbol. La UEFA debería hacer algo, esto tiene que parar».
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A pesar de dos goles tardíos en el partido de vuelta de los playoffs de la fase eliminatoria de la liga que permitieron que el PSV ganara, fueron eliminados por 3-2 en el global, lo que le dio al Sevilla espacio para avanzar.
La UEFA no comentó de inmediato sobre el incidente, pero confirmó el viernes a la AP que había abierto una investigación.