Las lámparas de diseño aumentan el valor estético de los interiores y pueden ser un aliado a la hora de personalizar nuestros hogares. Suelen ser caras, pero son una inversión que redunda en mayor bienestar dentro de los ambientes, por eso es importante ponerlas en una parte de la casa que se use bastante, como el salón de estar o el comedor. Cómo lograr una iluminación de diseño y aprovechar su máximo potencial.
Planificar la estancia
En decoración la planificación es muy importante. Gracias a ella se puede conseguir armonía entre los colores, las texturas y las piezas decorativas de la casa.
La iluminación de diseño agrega un valor estético alto a los sectores de la estancia en donde se aplica. Sin embargo, es necesario que esté pensada en relación a los espacios y sus usos para que sea funcional y para que su potencial decorativo sea explotado al máximo.
Una buena idea es asesorarse bien en tiendas especializadas y buscar luminarias que tengan que ver con el estilo decorativo que estamos buscando para nuestras estancias.
Esto no significa que si nuestra casa tiene un estilo clásico no se pueda comprar una lámpara de diseño moderno o fluido, sino que todas las decisiones deben ser pensadas para que no quede una combinación ecléctica. El objetivo siempre es maximizar el potencial decorativo de estas piezas, dado que no suelen ser económicas.
Hay todo tipo de lámparas de diseñador. Desde pequeños y funcionales apliques hasta piezas que parecen esculturas. La cantidad de materiales es infinita: metales, vidrio soplado en forma de burbujas, mimbre, madera y plástico. Las posibilidades son miles y están al alcance de la mano. Solo es cuestión de animarse a usarlas en nuestra casa.
Pensar en los usos de la iluminación dentro de cada sitio
No es lo mismo iluminar un salón de lectura que una mesilla de noche. Por ese motivo es primordial tener en cuenta cuáles son las funciones más habituales de la estancia. Si el objetivo es el descanso y la relajación, buscaremos una iluminación cálida. Si estamos pensando en un sector de trabajo, probablemente necesitemos una buena iluminación focal que no nos obligue a forzar la vista para poder leer documentos o pantallas.
La elección de las piezas dependerá de la zona de la casa. Por ejemplo, si tenemos un sector de lectura es posible comprar una lámpara de pie de diseño que acompañe a un sofá. Si el comedor tiene una mesa central, una buena opción es colocar una luminaria imponente de diseñador que lleve la vista a ese sector aún cuando esté apagada.
Por otra parte, si lo que buscamos es destacar una obra de arte, es posible usar un aplique especial para que haga foco en el cuadro o la escultura que queremos poner de relevancia. La luz permite juegos infinitos y posibilidades para todos los bolsillos y todas las funcionalidades.
Conocer los distintos tipos de iluminación y sus usos
En decoración se habla principalmente de ocho tipos de iluminación de acuerdo a su finalidad: Luz natural, general, de exposición, ambiental, decorativa, focalizada, cinética y funcional.
La luz natural se puede aprovechar al máximo pintando las paredes de colores claros y la luz general es aquella que ilumina la estancia de la forma más básica posible. Es la luz que evita, por ejemplo, que nos choquemos con los muebles.
Cuando hablamos de lámparas de diseño, hacemos foco en la luz ambiental, cuyo objetivo es crear un ambiente agradable y en la luz decorativa, aquella cuyo valor estético supera a su valor funcional.
Combinar distintos diseños
Es posible colocar una lámpara moderna en una estancia clásica o poner una pieza de materiales naturales en un diseño nórdico o minimalista. Combinar ayuda a crear un espacio original y acogedor.
A la vez, es bueno combinar alturas y estilos entre lámparas. La idea es que no parezca que hemos comprado las luminarias al por mayor, sino que cada pieza ha sido pensada para el sitio en el que se encuentra. Aquí, nuevamente, el consejo de los expertos en iluminación es clave para que quede bien.





