Hay momentos en la vida en los que una persona tiene una idea y quiere ponerla en marcha. Un proyecto que sea original e innovador y que revolucione el mercado. Para poder comercializarlo, es esencial proteger al máximo dicha idea y por este motivo, se vuelve muy importante crear una patente. Esto es un proceso complejo, pero fundamental y de ahí que haya que tener siempre de base la Ley de Propiedad Intelectual.
Puede ocurrir en algún momento de la vida que, como se suele decir, de repente a una persona se le encienda la “bombilla” y tenga una idea brillante. La proyección puede ser excelente e incluso, se podría hasta comercializar, no obstante, para poder explotarla al máximo es esencial, en primer lugar, registrar la idea y crear la patente que corresponde.
Muchas son las personas que se preguntan cómo registrar una idea de negocio y lo cierto es que es un proceso algo complejo, ya que hay que manejar muy bien la Ley de Propiedad Intelectual y saber toda la documentación que hay que aportar, a lo que se añade los requisitos que debe cumplir la idea o proyecto para poder ponerlo en marcha.
Es precisamente en este contexto donde cobran protagonismo las empresas especializadas en todo esto, como es el caso de My Idea Is Mine, entidad que permite a los usuarios registrar una idea y crear una patente a través de su innovadora plataforma que cuenta con sistema Blockchain. Sin duda, un formato rápido y sencillo y, sobre todo, muy efectivo para llevar a cabo todo esto.
En cualquier caso, aunque es muy recomendable acudir siempre a profesionales, nunca está de más conocer los detalles del procedimiento para así tenerlo todo controlado.
¿Cómo llevar a cabo el proceso?
En primer lugar, para tener claro cómo patentar una idea, hay que tener como base la Ley 24/2015, es decir, la normativa que establece todos los requisitos que hay que cumplir para poder llevar a cabo este procedimiento. Con respecto a estos, es importante tener en cuenta que, para que una idea se pueda patentar, el proyecto debe cumplir varios requisitos indispensables. De esta manera, debe ser una idea 100% innovadora, original y sobre todo, que no sea abstracta, con el añadido de que siempre debe contar con un uso industrial.
En el caso de tener claro que todos estos aspectos se cumplen, entonces la persona deberá iniciar el proceso, teniendo como punto de partida la presentación del escrito de patentes. Se trata de un documento donde se solicita la patente de la idea y para ello, hay que añadir una descripción detallada de cómo es la misma, una explicación clara de en qué consiste el proyecto y la validez jurídica que podría tener.
Es importante incluir también un anexo con imágenes o ilustraciones para darle valor a la explicación del proyecto, siendo lo más recomendable añadir planos o dibujos. Cuando todo esto esté bien cumplimentado, llega el momento de abonar las tasas que corresponden por el proceso.
¿Cómo presentar la documentación?
La documentación mencionada se puede presentar presencialmente en la Oficina Española de Patentes y Marcas, no obstante, también existen otros espacios habilitados para ello, como es el caso de los registros de los órganos pertenecientes a la Administración General del Estado o las Comunidades Autónomas. También están disponibles las oficinas de Correos, los Centros Regionales de Información en Propiedad Industrial o los Consulados.
En el caso de querer llevar a cabo el proceso de manera online, se puede hacer a través de plataformas especializadas como es el caso de My Idea Is Mine que, como ya se ha comentado, cuenta con un sistema tecnológico muy avanzado dotado con Blockchain, que aporta un gran número de garantías y seguridad.
Si todo está en orden, es más que probable que se obtenga la patente, tras una exhaustiva evaluación y la posterior publicación en el Boletín Oficial de la Propiedad Intelectual (BOPI). Hay que tener en cuenta que el trámite puede durar unos 2 años y la idea se tendrá en exclusiva patentada alrededor de dos décadas.