Tener un coche de energía limpia es una decisión sensata que permite ahorrar en combustible, mientras se contribuye con el cuidado del medio ambiente. Es esencial contar con un dispositivo que permita hacer la recarga en las horas de descanso y así poder recorrer toda la distancia deseada sin preocupaciones.
Los vehículos eléctricos (VE) son una tendencia que cada día gana más terreno por ser medios de transporte sostenibles y por el ahorro que implica en el gasto de combustible. La popularidad del uso de transporte libre de emanaciones va en aumento, y se prevé que en los próximos años la mayoría de los coches que circulen dependan de energía limpia, de manera parcial o en su totalidad.
Contar con uno de estos coches implica que se debe tener un punto para recargar energía en casa. Existen múltiples opciones de cargadores de vehículos y en este artículo se hará referencia a todo lo que se necesita saber sobre estos equipos y las opciones para elegir el que se adapte mejor a la necesidad que se tenga.
Un punto de recarga compatible
Elegir un cargador coche electrico pasa por verificar que sea compatible con el modelo de vehículo que se planea adquirir. Los puntos de recarga de VE funcionan como una bomba de gasolina propia, pero en lugar de combustible fósil, se carga energía. Hay de diferentes formas y tamaños.
Cuando se está en proceso de adquirir un vehículo eléctrico, es necesario indagar sobre qué tipo de cargador es el más adecuado. Hay modelos residenciales, comerciales y portátiles.
Tipos y modos de cargas
Entre los factores básicos que deben conocerse sobre los puntos de recarga coche electrico están los niveles y modos de carga que existen.
Principalmente hay tres niveles: el nivel 1 proviene de las tomas de corriente domésticas de 120 V, se trata de un proceso que va muy lento. El segundo nivel es de una toma de 240 V, se emplea un máximo de 80 A de corriente y 19,2 KW como potencia más elevada. El nivel 3, denominado también sobrecarga de corriente continua (CC), funciona a 400 voltios, que es superior a la energía que se consigue en las residencias. Son cargadores muy rápidos.
Hay cuatro modos de recarga, según los estándares internacionales. El modo 1 se conoce como Schuko y consiste en cargar de una toma doméstica y un extensor común sin la instalación en medio de algún fusible o sistema de seguridad. Se considera riesgosa y lenta, por ello muchos países lo prohíben.
El modo 2 es más seguro que el anterior, debido a que a la toma doméstica se le coloca un aditamento de protección y control. El tercer modo es el más popular e implica instalar una estación de carga eléctrica (EVSE) bien protegida y controlada. Y la cuarta modalidad es la carga de corriente continua (CC), directamente de una estación.
Existen varios tipos de conectores o enchufes, dependiendo si es de corriente alterna o continua. Se diferencian dependiendo del origen del fabricante (norteamericano, japonés, chino, europeo). Schuko, Yazaki, Mennekes, Scame, CHAdeMO o combinado. Es importante verificar el enchufe del coche antes de elegir el cargador.
Opciones para proteger y ahorrar
Entre los cargadores eléctricos más recomendados se encuentran aquellos que incluyen tecnologías de protección y de comunicación que ayudan a resguardar el coche de cualquier alteración en la red eléctrica. Estos dispositivos tienen la capacidad de ajustar la carga de manera automática dependiendo del consumo programado del lugar.
Utilizar puntos de recarga residenciales o comerciales implica que se incremente el consumo de electricidad, con lo que definitivamente subirá la factura de energía. Una alternativa para mantener controlado el gasto energético es contar con un cargador solar, que se alimenta con sistema de paneles fotovoltaicos.
La instalación de cuatro paneles solares puede servir perfectamente para poner a funcionar un punto estratégico para cargar el vehículo eléctrico sin detrimento de la economía familiar.