Una reciente tendencia, que no reniega de los adelantos de la modernidad, pero que rechaza lo artificioso, está en boga: la alimentación ecológica.

La verdadera alimentación ecológica, principalmente la de verduras y hortalizas, no rechaza la técnica, pero entiende como esencial el cuidado y el respeto del proceso. Vamos a ver las tendencias más sencillas de formar parte de esta opción alimenticia.

El huerto urbano: la elección más comprometida

Lo oímos pero no sabemos muy bien qué es eso del huerto urbano. El huerto urbano consiste en conseguir nosotros mismos nuestras semillas y fertilizantes para poder plantar nuestras hortalizas. No en cantidades industriales, pero sí lo suficiente para que podamos conseguir de manera propia y en cultivo ecológico esas plantas aromáticas o verduras para nuestro propio consumo.

Gracias a los kits de cultivo, ya preparados, especialmente para los novatos pero también para los expertos que no dispongan de mucho espacio en casa, no se necesitará un terreno ni grandes tiestos. Los hay simplemente de flores, de carácter jardinero, pero abundan los de tipo agrícola. Así, podemos conseguir kits de plantas para condimentar nuestros guisos, para germinados, de moda en la alta cocina,  o directamente rabanitos, lechugas…

Hay kits de cultivo infantiles, los hay para regalar y, lo mejor de todo, es que contienen su sustrato y lo necesario para disfrutar desde el inicio. Poseen gran carácter educacional y cada vez más colegios los usan para enseñar el buen comer y el contacto con la naturaleza.

Opciones para los más impacientes

Gracias a las nuevas tecnologías, no tenemos por qué rechazar el comprar este tipo de productos ecológicos. La pereza o, muchas veces, la falta de tiendas confiables, nos hacen plantearnos el no comprarlos.

Gracias a Internet, podemos consultar los mejores supermercados online en cuestión de un par de clicks y comparar precios, ofertas, existencias… No solo se accede a las grandes cadenas de distribución españolas, con productos de todo tipo, sino que podemos consultar tiendas especializadas.

Si queremos, podemos conseguir envío gratis al superar un determinado precio, obtener rankings sobre los más valorados e incluso según las métodos de pago que aceptan. Así, incluso el famoso Paypal, o pago electrónico, contrarrembolso o transferencia, están disponibles y muchos productos, sobre todo los perecederos, podemos conseguir que se envíen lo más rápido posible. Miles de productos en segundos, literalmente.

Regar nuestros alimentos naturales con vinos a la altura

Sería absurdo cuidar nuestra alimentación, con elaborados productos ecológicos tanto comprados como cultivados por nosotros, y optar por un vino industrial o que despreciara el cultivo sostenible.

Una tienda vinos que ofrezca variedad de bodegas, de estilo de maduración (tempranillo, crianza), tanto rosados como blancos pasado por tintos, espumosos, etc., es una buena idea. Las tiendas online más eficaces no simplemente nos permiten elegir la variedad de uva sino que pueden ser muy divertidas: poder opinar, comentar con otros usuarios, especificar qué vamos a comer y que nos aconsejen online y otra serie de características que entusiasmarán a los amantes de la viticultura.

Esta opción, gracias a sus grandes precios como consecuencia de mover un buen volumen de producto, y a sus envíos en 24/48 horas (algunas, incluso ofrecen más velocidad), se hace ideal también para encargos amplios, e incluso podemos aprovechar para conseguir algún pedido especial, de alguna bodega específica que, por su alta calidad, pudiera sernos más complicada de encontrar en un supermercado local.

Entre estas últimas, las Bodegas Godelia han conseguido que sus caldos de alta excelencia sean fáciles y rápidamente asequibles. No solo por los competitivos precios que se han conseguido en el mercado vitivinícola sino porque gracias a la opción de compra online llegan rápidamente y, muy importante, en las condiciones óptimas de degustación. Este tipo de bodegas, no podemos olvidarlo, no rompen con la experiencia ecológica. Una artesanía tradicional, pero que es consecuencia de complejas investigaciones para mejorar la uva y las plantaciones con la menor agresividad posible, es la clave. El paisaje de El Bierzo lo merece.

En definitiva, comer y beber bien está al alcance de todos y cada vez más se impone la idea de consumir comprendiendo el proceso que ha seguido el alimento. Alimentación y sabor pueden ir unidos.